jueves, 18 de noviembre de 2010

Mi pirograbado

Hace unos meses comencé a hacer un pirograbado en madera, de 180x80cm (mas o menos). Dije, voy a hacer algo oriental y salió esto (que en unos meses se va a convertir en mi nuevo tatuaje).. Van las fotos..





martes, 16 de noviembre de 2010

Sentimiento generalizado.




No siempre las historias te sacan una sonrisa, ése no es su fín. Algunas dejan un mensaje, moraleja, pensamiento o a lo mejor sólo sirvió para que te despejes y pierdas el tiempo.
Aclarando ese punto, continuamos.

La semana pasada salí del trabajo, me subí al jeep y fui a buscar a mi esposa a Ñu Guazú, donde suele ir a caminar. Como no encontré estacionamiento en la entrada principal, seguí hasta la siguiente entrada, estacioné y esperé sentado n un banco hasta que pase la doña. Mientras miraba a la gente caminar o correr pensaba, cuánta gente se preocupa de su salud! (Todo esto mientras me violaban los mosquitos, uno me dejó su número de teléfono) Me encontré con Rebe y después de caminar un rato le digo – Nena, vos seguí caminando y yo estaciono en la otra punta así apenas llegues vamos a casa. Maravilla dijo ella.

Ya era de noche, me subí al jeep, metí marcha atrás y como siempre hago, salí muy despacio. Escuché un ruido que se acercaba, frené y miré cómo pasaba detrás de mí un nene de 3 o 4 años en su triciclo. ¿Qué mierda tiene que hacer un nene con un triciclo en un estacionamiento? ¿Qué tiene que estar haciendo su puta madre como para no darle bola?
El nene siguió hasta que una vos de mujer gritó “Quedate ahí!”.. Yo la miro y tenía toda la pinta de una malparida, se esas que se casan porque están embarazadas y ven a sus hijos como estorbo. Nos miramos fijo con la trola esa un par de segundos, a mi izquierda había un policía que miraba la escena quien sabe desde hace cuánto tiempo. Le pregunto ¿Hay alguna multa para mamás imbéciles como ésta?. El canuto sonríe. Le vuelvo a preguntar lo mismo y sonríe de nuevo.
Metí primera y me fui. Hay millones de cosas que no entiendo. Pero 2 no entendí en ese momento.

Cómo puede ser que una madre deje a su hijo de 3 o 4 años en un estacionamiento andando en triciclo de noche. Tampoco entiendo cómo un policía ni se inmuta cuando ve a un nene en triciclo acercarse a un auto que está dando marcha atrás. ¿Flor de hijo de puta, ignorante o le es indiferente todo lo ajeno a su vida?
Hablando unos días después con Inga (una buena amiga) coincidimos que las personas ya son indiferentes a todo. Si algo está pasando y no me afecta a mí, puede seguir pasando. A veces por más que me afecte de alguna manera, ¿Qué voy a hacer, si siempre fue así?

La indiferencia hacia ciertas cosas no preocupa, asusta.

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miércoles, 21 de julio de 2010

No te des manija


Estamos de vuelta, después de mucho sin aparecer he vuelto. Lo que voy a escribir le pasó a mi papá (Ogui) cuando él tenía entre 18 y 20 años. Arrancamos.

Un domingo mi abuela Delia decidió ir al cementerio a visitar no sé a quién y Ogui la acompañó. La cosa es que iban caminando por un pasillo del cementerio y Ogui ve una madera rota con una manija de bronce, era un pedazo de un cajón. Ni corto ni perezoso se acerca, agarra la manija y con un poco de fuerza se desprende de la madera, cuando estaba por guardarlo en el bolsillo mi abuela le dice.

- Qué agarraste?

- Nada.. una manija de bronce...

- Tirala, haceme el favor y tirala, ni se te ocurra llevarte algo de un cementerio..

- Bueno..

....y amaga que lo tira, pero no lo suelta y lo vuelve a meter en el bolsillo. Después de la visita se suben al jeep (jeep willys) y a mi papá no le arranca. Prueba 100 veces y nada. El motor parecía muerto.
Llega mi tío, que sabe un poco de mecánica, se sube, da media vuelta a la llave y arranca, acelera, mete los cambios y no tiene nada raro el jeep. Se va mi tio y se sube mi viejo.... apenas llegaron a la casa, el motor no paraba de toser (zoquear).

Entran los 2 a la casa y Ogui se comienza a sentir mal, cada vez peor, dolor de estómago, mareos, fiebre.... mi abuela le dice.

- Ogui, te acompaño a tu pieza y acostate, te voy a preparar un té.

Mi papá se quita la campera y se la pasa a mi abuela. Ella siente algo pesado, lo mira a Ogui y le pregunta.

- Trajiste esa porquería??(la manija de bronce) Tirala, ahora mismo la tirás.

Ogui sacó la manija del bolsillo, se asomó al balcón de la casa y la tiró a la calle. Desde el momento que la soltó se sintió mejor y vió 3 cosas. Vió como rebotó 4 veces en el piso antes de quedar inmóvil en la vereda de en frente, cómo la vecinita de 6 u 8 años la agarraba del suelo y entraba corriendo a su casa y vió como el padre de la nena salía corriendo de la casa 2 minutos después con la nena en brazos y su piernita quebrada.

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viernes, 26 de marzo de 2010

Fórmula 1 en Paraguay!!!


Sí, así es. ¿Quién dijo que en Paraguay no se corre fórmula 1?.
Corría el año 2001 (más o menos…) cuando mi mamá (la archiconocida “Petro”) me pidió que la acompañe a un supermercado. Éste súper ahora ya no funciona más, se llamaba Tropical y estaba sobre Eusebio Ayala a escasas cuadras de la U.N.A. (Universidad Nacional de Asunción (en San Lorenzo!)). Después de comprar todo lo necesario para la semana salimos y nos subimos a la camioneta (Nisan Patrol Safari). Apenas salimos del estacionamiento, Petro se acuerda que no llevó ningún documento del auto, ni permiso de conducir, ni cédula, en síntesis, nada. Veníamos a una velocidad, disfrutando el paisaje, la brisa llegaba a nuestros rostros acariciándolos de manera suave.

A 300 metros delante nuestro, divisamos la caminera en la entrada de San Lorenzo y a los zorros parando (coimeando) a todos los vehículos. Mi querida madre siempre fue buena con las matemáticas (supo darle igual cariño a mi viejo y a nosotros, 5 hermanos varones) entonces hizo un cálculo rápido de la situación:

0 documentos + 0 guaraníes = acelerar y arrollar un zorro.

A lo lejos el zorro habrá visto que venía una camioneta, conducida lentamente por una mujer y a su lado un pendejo. El tipo, con años de trayectoria controlando (..coimeando..) vehículos habrá hecho también sus propios cálculos:

1 Camioneta + 1 mujer = 50.000 guaraníes (mínimo)

El tipo se paró en el medio de la avenida y movía su mano pidiendo que mi mamá estacione a su lado. Petro ignorando las señas, empezó a acelerar a fondo, metió quinta y ya no sentía una suave brisa, sino un fuerte viento en mi rostro. Ella me mira y dice, “No tengo ningún papel”. La velocidad se incrementaba directamente proporcional al movimiento de la manito del zorro. Entramos a San Lorenzo a unos 100km/h. Entre nuestro destino y la camioneta sólo existía un inconveniente, de unos 35 años, barriga y 165cm de estatura . El acelerador llegó a su tope y vimos cómo el terror se apoderaba de cada músculo del rostro del zorro. Metros antes de arrollarlo (ya que el tipo se puso en el medio del camino) se hizo a un lado con un movimiento rápido para una persona de su envergadura. Le pasamos a centímetros del culo, a 100km/h, pero eso sí, con caras sonrientes, a lo más pancho!

Éste zorro me demostró un par de cosas:
Me demostró que mi mamá hace excelentes cálculos, ella calculó que él se tenía que mover y así lo hizo. También me demostró que un zorro gris no es bueno para cálculos, salvo que sea para salvar su vida. Y me demostró que andar en colectivo más de 1 mes (hasta que ése zorro se olvide de lo ocurrido) vale la pena.