viernes, 19 de agosto de 2011

Riiica frutillaaaa!

Bueno... Esto pasó cuando mi esposa estaba embarazada, hace unos 4 meses más o menos....
Decidimos que en nuestra habitación esté el baby (desde ahora "Joaquín")así que había que hacer espacio. Además de la cama y unos cachivaches, tenemos 2 roperos. Hicimos volar a los 2 y me puse en campaña para armar yo mismo 2 roperos nuevos.

Sábado de mañana, tipo las 11:00 (eso es de mañana para mí) madera lista y taladro en mano iba a arrancar con la tarea dentro del comedor. Taladro en mano iba a arrancar y ...... Como estaba con la puerta de casa abierta, un vendedor grita..



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- FRUTILLLAAAAAAAAAAAQUINCEMILLLLL!!!!

Como a Rebe le gustan las frutillas pensé en comprar un kilo para comer de postre. Salgo de casa, me acerco al vendedor en la vereda (vedera para muchos) y le digo.

- Dame un kilo..

El man saca una bolsita verde y empieza a metes las frutas coloradas. En la vereda de enfrente vive Candia, un vecino petiso y panzón que tiene una despensa chiquitita (Mini Stock, decimos algunos vecinos...) Resulta que Candia estaba arreglando el toldo de su despensa pero miraba hacia donde yo estaba y me hace señas disimuladas con la mano como si pesara algo. Le cazé al vuelo a Candia, quería que pesara las frutillas en su balanza y no con la del vendedor, obvio. Cuando el vendedor terminó de poner lo que a su criterio era un kilo de frutillas en la bolsa y agarraba su balanza "tuneada", le digo sutilmente.

- Vamos a pesar en la balanza de enfrente las frutillas...

Chaaaaaannnnnn

El frutillero me dice.. "Bueno" Mientras manoteaba un puñado de frutillas, claaaaaro!!! Si solamente en su balanza esas 15 frutillas iban a pesar 1 kilo!!
Cruzamos la calle. Yo agarrando la plata. Y el vcendedor con una bolsita llena de frutillas y un puñado en la otra.

1er "pesaje" de la bolsita con el puñado de frutillas: 730 gramos...

El despensero me mira, yo miro al vendedor y el vendedor mira al despensero con ojitos que gritaban "vos me querés cagar..."

Con voz calmada y serena como un charco en una noche cálida, digo.

- Un kilo quiero.

El vendedor cruza nuevamente la calle, ya que había dejado ahí la canasta y vuelve con paso rápido y unas frutillas más. Se las pasa al despensero que las coloca cuidadosamente en la balanza y....... redoble de tambores...

2do "pesaje" del día dió 860 gramos...

Casi dejavú. El despensero me mira, yo miro al vendedor, pero el vendedor sin mirar a ninguno fue a buscar más frutillas, sin necesidad que se lo pida.

Y como la tercera es la vencida, al colocas más frutillas en la balanza llegamos al kilo tan esperado. Se finalizó la negociación, él se llevó la plata, yo me quedé con las frutillas y Candia sonrió por haber hecho la buena acción del día.

El vendedor desapareció con paso rápido mientras Candia me decía.

- Ése vendedor no va a pasar más por acá..

- Te parece? -le digo.

- Siii... Nunca más va a pasar. Antes de ayer pasó a la mañana ofreciendo frutillas y tu papá le compró 2 kilos (mi viejo vive casi al lado de mi casa). Apenas le pagó todo, el vendedor se fue caminando. Tu papá vino a pesar acá y había un kilo y medio nomás. Enseguida Ogui le alcanzó, le trajo de la remera y mintras le carajeaba el vendedor completó los 2 kilos de frutilla.

- Tenés razón Candia.. No vamos a comprar frutillas por un buen rato en el barrio...

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