De ésto no se salva nadie, sí o sí en algún momento de tu vida tenés que interactuar (o tratar) con esas personas y muchas veces es frustrante ver cómo se manejan. A veces creo que es un personaje creado por ellos mismos para poder sobrevivir en ese tipo de ambiente contaminado, donde no podés sobresalir, por que si lo hacés te hacen volar de un plumazo. Es como encarnar, por unas horas, ese personaje gris, que se mueve en los medos tonos y trata de no brillar, de no hacer ruido, de pasar totalmente desapercibidos. Y me imagino que cuando llegan a sus casas, con el diario amarillista bajo el brazo, lo arrojan a la basura y se sientan a leer un buen libro o hablan con sus familias de problemáticas sociales, buscan soluciones alternativas y no mencionan el culo nuevo de tal modelo.

El agente era delgado y joven, por lo que pensé que era alguien nuevito nuevito, quizás sin los vicios de compañeros mayores. A medida que iba frenando hasta quedarme a su lado venía pensando en la habilitación, en la multa, en una coima, en porqué se nos cruzó ir a ver terrenos en Areguá y otras cosas más. Pero bueno, ya había frenado a su lado, el sol de seguro ya le había calentado la cabeza durante todo el día y antes que me pueda decir algo, se desarrolló esta conversación entre él y yo.
Yo: ¡Que tal oficial! ¿Como está? Me gustaría hacerle una pregunta....
Él: Buen día, si? (creo que lo descoloqué con mi saludo y petición de pregunta)
Yo: Vinimos con mi hermano, mi esposa y mi hijo de visita a Areguá porque nos comentaron que había terrenos a la venta por esta zona. Pero vinimos y no vimos ningún cartel. ¿No sabe si hay algún terreno a la venta por acá?
Él: Y.... La verdad que desconozco... Por esta zona.. No sabría decirle..
Yo: Entiendo, me comentaron también que puedo averiguar en alguna inmobiliaria, ¿sabe de alguna por acá? o dónde podría averiguar....
Él: Y podés seguir derecho por acá..... doblá a la derecha y por ahí suele haber carpitas de inmobiliarias..
Yo: Excelente, sigo derecho y después doblo a la derecha. Voy a averiguar ahora. ¡¡Muchas gracias!! (dije mientras miraba el horizonte como cual náufrago al que le acaban de dar una brújula)
Acto seguido y de manera rápida, metí primera y solté suavemente el embrague del auto alejándome del oficial sin mirarlo.
¿Qué pasó? Lo apuré con unas preguntas y como era joven, se preocupó de darme respuestas. Además no pudo pedirme ningún documento, por el mismo motivo. ¿Lo podré hacer de nuevo de manera exitosa? No sé, prefiero estar al día con los documentos.